Mi destino
Todos, tú, yo, tu pareja, mi gato Mirriango, tu mamá también, todos, tenemos una cita con el destino. Es… ineludible. A veces, porque hay veces, aquí, sentado aquí en mi lugar en el universo contemplo mi destino como diciendo: ¿me esperas? ya voy, ahí voy, aquí estoy para ti, estoy preparado, nunca he estado más preparado para nada sino para ti, tú, mi destino.
¿En qué consiste el verdadero valor? En decir “estoy preparado”. No hay nada más que decir.