Repentinamente, sin previo aviso, decidí comenzar a subir mi legión de alts a nivel 70 (alts == personajes adicionales a a mi personaje principal, a este último se le llama “main“). A todos los tenía estacionados en el Garrison (Draenor) produciendo principalmente bolsas de tailoring, en diversos niveles, 45, 48, algunos en 50 y 52. Un druida, un Dark Night (DK), un Shadow Priest, un Warlock, un Rogue, un Paladin, y un Warrior. Al Warrior lo dejé por ahora en nivel 48 porque necesito siempre un alt en bajo nivel para ciertas actividades, pues, de bajo nivel.

La forma como están funcionando las cosas en wow, es que tú subes de nivel hasta 45 en cualquiera de las expansiones (Outland, Wrath of the Lich King, Pandaria, etc) y una vez que llegas a 45 te pasas a la penúltima expansión en este caso Shadowland pero como es tan mala, Blizzard decidió que también se puede usar Battle for Azeroth, la cual por casualidad es una maravillosa expansión para subier de nivel. Subí los 6 alts desde 45-52 a 60 y fue tan divertido que voy a tratar de subir un Panda y un Hunter que están en niveles 25 y 15 nada más para poder subirlos a través de Battle for Azeroth.

El mecanismo de viajar en el tiempo a las distintas expansiones controlado por Chromie le puso un poquito de orden al sistema, porque para un novato todo aquel poco de expansiones resultan confusas y realmente no se sabe por dónde comenzar. No es fácil meterse en el universo de wow. Yo comencé en Burning Crusade y era, no, mentira, también era difícil. Blizzard hace un gran esfuerzo para hacer el juego más fácil, pero a veces, el tamaño y la cantidad de expansiones conspira en contra.

Una vez que llegas a nivel 60 estás obligado a jugar en la ultima expansión (es decir, la vigente), o sea, Dragonflight. Todo el mundo aclama y aplaude hasta los codos a Dragonflight, pero a mi me parece una expansión normal. Lo que pasó es que BfA y Shadowland (particularmente esta última) fueron tan malas, tan malas, tan malas, tan malas, que por supuesto que Dragonflight fue un rotundo éxito, porque recupero el estilo original del juego. A mi no me gustó para nada las monturas Dragonriding me pareció que controlar esos dragones en vuelo es muy difícil y fastidioso. Pero aparte de eso, todo lo demás fue excelente.

Volviendo a mis alts, he estado haciendo una de las cadenas de misiones que más me gusta, que es la cadena introductoria de Tiragarde Sound, (Battle for Azeroth), el descubrimiento de la conspiración de Priscilla Ashvane para destronar a Katherine Proudmoore, la mamá de Jaina. La clave de este descubrimiento es el trabajo conjunto de Talia, la mano derecha del maestro del puerto de Boralus, y el borrachín Flynn Fairwind.

Todo se desarrolla en Freeport, un puerto “colorido”, donde Priscila ha hecho las conexiones para preparar su conspiración. Aquí hasta los side quests son muy divertidos, incluyendo el de Roko y Carentan, un delincuente que provoca liquidarlo sin misericordía, y sí, lo hice, 6 veces.

Luego de la cadena en Freeport, pasamos a Drusvar, donde hay un pueblo tomado por unas brujas. Todos los quests alrededor son bien divertidos, incluyendo el área donde está la bruja, donde debemos eliminar a la fauna silvestre en el área que incluye lobos y cuervos.

Y este amigo aquí, Balethorn te puede visitar en cualquier momento. Él está rondando las efigies de uno de los quest, y el área donde están otros objetivos, y por alguna razón es persistente en su empeño de aparecer en el momento más inapropiado. Mi Warlock y el Shadow Priest pueden con 3-4 npcs al mismo tiempo, pero el Rogue, el Druida y el Death Knight (increíble) pueden tener problemas cuando son demasiados, y si entre ellos está Balethorn eso es una visita segura al cementerio. Hablando del Death Knight, he estado trabajando intensamente sus talentos, el dps es bajísimo y pierde health demasiado rápido. Parece que estuviera desbalanceado. Estoy jugando DK Unholy.

Como normalmente los alts llegan a Bfa (Battle for Azeroth) con un nivel alrededor de 45, estas dos áreas (Tiragarde Sound y Drusvar) son suficientes para llegar a 60-61 donde estamos obligados a regresar al presente y atender los requerimientos de Wration y Alexstraza y la nueva situación en Dragon Islands con Fyrakk, el último boss de Dragonflight. Esto claro, si se sigue el camino de hacer quests, una alternativa es hacer dungeons con lo que se puede subir de nivel más rápido. Yo no hago dungeons muy seguido, apenas los necesarios. Desde Legion le perdí el interés a esa parte del juego y ahora trabajo otros contenidos. Afortunadamente, wow tiene tanto contenido que es casi inagotable. Dragonflight en particular tiene miles de quests, y se ven por todos lados. Vas al baño y te encuentras con un quest.

Ya estamos a mediados de mayo y todavía me falta subir 4 alts de 63-64 a 70, que es un trabajo relativamente fácil pero que toma tiempo. Así que por ahora voy a ignorar el nuevo módulo de wow “Pandaria Remix“, que es una versión donde juegas la expansión Pandaria con más poderes y ciertas modificaciones divertidas. Me parece interesante pero realmente yo juego las expansiones hasta el tuétano, y volver a subir un personaje 1-70 en Pandaria es como mucho. Las cosas hay que tomarlas con moderación, inclusive wow. No, en serio. ¡En serio!