La suerte se disfraza de oportunidad
Todos hemos oído alguna vez la frase “la suerte no existe, lo que llamamos suerte es cuando la oportunidad nos encuentra preparados”. Es decir, éxito es igual a oportunidad + preparación. Entiendo lo que es estar preparado, y todo el tiempo estoy listo, entrenado y en forma para caer siempre de pie como si fuera un gato. Pero, ¿qué es la oportunidad? ¿Cómo hacemos para que la oportunidad se presente? Aquí la explicación se extiende y la frase con la que comenzamos (éxito = oportunidad + preparación) pierde su elegancia original. Más de esto dentro de un rato.
Jeff Vogel escribió recientemente sobre las malas nuevas para los desarrolladores independientes de juegos, el mercadeo debe estar orientado al tipo de juego y no existe una solución que funcione siempre y para cualquier tipo de juego (Steam por ejemplo), y, además, se me olvidaba mencionar, debe haber suerte. ¿Suerte? ¿Cómo es eso? Resulta ser que puede ser que tu juego sea excelente, que le prestes la debida atención al correcto mercadeo orientado / segmentado / arquitectado a la medida, pero, si no tienes suerte, no hay forma que puedas sobresalir entre los 100’s de juegos que se publican diariamente. Los comentaristas de Reddit inmediatamente gritaron “bullshit”, para luego condescender en que el juego debe estar pulido, debe ser bueno, y que debe haber suerte. Si falta un ingrediente (pulido, suerte) entonces fracaso.
Voy a utilizar mis profundos conocimientos matemáticos: (pulido, suerte) = éxito, pero la creencia popular dice que (preparación, oportunidad) = éxito, por lo tanto (pulido, suerte) = (preparación, oportunidad) , es fácil ver que pulido es una forma de preparación, pero lo impactante es que resultó ser que suerte = oportunidad. Esto es deprimente. Me han estado engañando toda mi vida. La oportunidad no es más que la suerte disfrazada. Quien lo iba a creer. Lo que nadie me va a creer, es que otra forma de verlo es al revés, la oportunidad se disfraza de suerte. Ese es el peor de los optimismos, hablando de disfraces, es cinismo disfrazado de optimismo.