“… soy bailarina y traficante de armas.“
Sofía Serrano
Leo con fruición la lección número 6 de este blogguer sobre freelancing: hacer crecer el negocio es más difícil de lo que usted piensa – Traté de comenzar un equipo de escritura y por un tiempo funcionó. Tenía 10 sub-contratistas (no todos trabajando al mismo tiempo) y estaba devorando negocio tras negocio como nadie. Pero se derrumbó. Rápidamente aprendí que el tiempo que dedicaba a entrenamiento, corregir sus errores y compensar las metas no cumplidas estaba excediendo la ganancia extra que estaba obteniendo. (Scaling is harder than you think it will be – “I tried to start a little writing team – and for awhile, it worked. I had 10 subcontractors (not all busy at once) and was passing off work like nobody’s business. But it fell apart.I quickly learned that the time I was spending trying to train them, fix their mistakes and compensate for their missed deadlines was easily offsetting the extra income I was making.“)
No sé cuántas veces tengo que explicar esto cada vez que alguien me pregunta por qué después de 10 años trabajando freelancing no me he expandido, por qué no he formado un equipo de trabajo. freelancing es diferente. No es obvia la estrategia para crecer y la razón está insinuada arriba: para crecer tienes que dejar de hacer freelancing y pasar a ser un gerente de proyectos, manejar recursos, etc., lo cual es exactamente lo que no queremos hacer cuando nos transformamos en freelancers. Yo formé o ayudé a formar variar compañías y mi rol fue básicamente ser el de líder de proyectos. Ya yo me sé ese capítulo. Ya vi esa película. Me transformé en freelancer justamente porque no quiero más reuniones con un equipo de trabajo los lunes o peor, los viernes por la tarde, para oír excusas y coartadas. Claro esto no está muy a la altura de las enseñanzas de Warren Buffett, y justamente ahí está el punto, al decidirnos como freelancers le estamos diciendo see you later a Warren, y comenzamos a hacer nuestro propio camino.
Hay que ser coherente. O aprender a decir mentiras. Ejemplo: estoy trabajando un complicadísimo proyecto cuyo objetivo es una librería que sirva como wraper del api de una compañía que presta servicios de impresión de fotografías. Antes tenían un servicio basado en soap, ahora es REST. (hacer google SOAP vs. REST conduce a un montón de páginas con publicidad que no dicen nada útil, as usual, stackoverflow tiene una excelente respuesta). La primera pregunta que le hice a la persona que me está contratando fue “¿qué rol tiene usted en el equipo? ¿es usted el lider?”. La respuesta fue un “yes” tan poco creíble que no me sorprendió en lo absoluto cuando descubrí poco después que él no tenía idea de que C++ REST SDK no soporta SSL. Es decir, él no es el líder del proyecto, es un contratista que me está sub-contratando. De cuentos como este está lleno el ambiente de freelancing. Así que tenemos que desarrollar algo así como una caparazón para protegernos. Porque de nada sirve responder/corregir o entablar una discusión (¿cómo es que no sabes que C++ REST SDK no soporta SSL?). Es inútil. Sheldon no sobreviviría ni una semana como freelancer.