Yo no formo parte de los 8+ millones de jugadores que a lo largo de los años han jugado Myst (fue el juego más jugado de la historia hasta ser reemplazado por Los Sims). Apenas lo jugué pocas horas sin ninguna posibilidad de tener una idea completa de cómo es. Pero si jugué vigorosamente Riven, que es algo así como Myst 2. Luego, cuando surgió toda esa vorágine de los MMO en el período 2002-2008, surgió Myst Online: URU Live, que pasó de mano en mano en una novela muy fastidiosa de contar. En este momento el juego está en manos de la comunidad, pero de alguna forma Cyan (los propietarios de la franquicia de Myst) siguen manteniendo +/- los servidores a través de las donaciones. Yo jugué este juego (Myst Online: URU Live) brevemente en 2008 pero lo abandoné cuando me fui a Azeroth alrededor de noviembre de ese año. Nunca más supe nada de él, y de hecho creía que los servidores habían sido apagados y la comunidad había salido en estampida en todas direcciones perseguidos por una horda de espectros zombies mutantes cavernícolas de D’ni…
Hoy leí este artículo de mmorpg.com donde hacen una reseña del juego. Ni idea por qué ahora, y no en el 2008, o en el 2010, que fueron los años cuando el juego fue activado, desactivado y activado nuevamente. De hecho, alguien hace la misma pregunta en la sección de comentarios.
Lo que sigue a continuación son mis comentarios sobre el juego.
Voy a comenzar explicando algo sobre Myst, Riven y todos sus imitaciones: estas son aventuras gráficas de point & click, se juegan con el ratón, los puzzles son principalmente mecánicos, y hay un fuerte componente de pixel hunting, es decir, buscar objetos, botones, switches, entradas y salidas ocultas en la escena. A la mayoría de los jugadores profesionales no les gusta para nada este tipo juegos. Pero, increíblemente, a la mayoría de los jugadores no profesionales si les fascinan estos juegos. Eso explica el volumen de ventas que estos juegos tuvieron al principio. Este tipo de jugadores (no profesionales, es decir, si acaso juegan uno o dos juegos al mes o quizás en el año) buscan un pasatiempo extremadamente simple de aprender pero que sea difícil de vencer. En ese sentido Myst Online: URU Live sigue la misma filosofía: la interfase es muy simple y la mecánica del juego se puede describir en 3 palabras. No hay niveles, equipamiento, armas, inventario, mapas, enemigos, combate, nada de lo que usualmente se consigue en un MMO. Este juego no parece un mmo, pero definitivamente es un juego tipo Myst.
El motor gráfico es soberbio, ofrece visuales extraordinarias. No es del nivel de Crysis pero es bien aceptable, de todas formas la meta era hacerlo altamente compatible y eso lo lograron. Los escenarios son excelentes, el avatar ofrece estupendas animaciones. Desde el punto de vista técnico no veo ningún problema excepto uno: la cámara es un asco. Mover el avatar es un ejercicio extenuante por las tontas limitaciones auto impuestas: recorrer un simple salom es como tratar de mover un autobus en un callejón. La cámara se mueve fuera de control sin que sepamos por qué, es como si tuviéramos a alguien más tratando de ayudarnos, y no hay forma de que deje de mover la cámara. Es difícil entender como algo tan simple y tan importante resultó un fracaso tan rotundo desde el punto de vista técnico. Un buen movimiento de cámara lo tienen juegos como Wow (2004) y The Witcher. De hecho ese movimiento existe desde los tiempos de Lara Croft, 1997. Obsérvese que no es que yo sea novato y no entienda como manejar a mi avatar en este juego, en este video vemos a un jugador experto (debe serlo si publica un tutorial sobre el juego) teniendo las mismas dificultades al moverse en un pasaje muy estrecho que se conecta con una puente igualmente estrecho. La sección de herramientas tiene opciones para manejo de cámara nivel novato, y otras opciones para que la cámara se mantenga en 1ra. persona, y otras opciones de funcionalidad desconocida, pero son igualmente un fracaso.
Cada vez que el juego comienza tarda algo así como cuatro minutos verificando actualizaciones y otras comprobaciones, algo tedioso, pero dado que esta es una versión gratuita no voy a ponerme exigente. He sufrido algunos crash épicos, que tampoco voy a criticar, aunque para tratarse de un juego con tantos años en la calle resulta bien raro (mi máquina trabaja con Win XP así que es un ambiente estable).
En general, el diseño de puzzles es algo complicado, y puede tener éxito o no. En una aventura gráfica de este estilo donde todo gira alrededor de los puzzles, ser repetitivo o poco innovador es una calamidad. Las primeras horas de juego con MO: URU lo que el jugador inexperto encuentra es un proceso interminable de exploración, de colocar la mano una y otra vez sobre los símbolos D´ni. Deja de ser divertido a los pocos minutos.
Todo el mecanismo de los libros que permite moverse de un sitio a otro me resulta demasiado intrincado, o quizás inútilmente complicado. Igualmente deja de ser divertido al rato. Hay un artefacto de pulsera llamado KI que se supone debes conseguir: esto en sí es un puzzle, me imagino que podrías tardar horas en descubrir cómo llegar a él. Algo gracioso sobre los libros, es que se supone que cada uno te lleva a un sitio diferente, y para ello te muestra una foto del sitio donde serás trasportado: pues al comienzo todas esas fotos lucen exactamente iguales. Al rato descubres la razón de esto pero no creo que todo el mundo sea inmune a la confusión que esto genera.
En resumen: MO URU no es un juego malo, es divertido. Las visuales, los gráficos, el diseño de niveles es soberbio. Pero al igual que todos los que lo han probado anteriormente, al igual que los mismos desarrolladores, inversionistas, y en general todo el mundo, el desenlace final es el abandono con un encogimiento de hombros lleno de desilusión: qué pérdida de tiempo tan inmensa de una forma tan ilustre. MO URU es una curiosidad histórica que recomiendo altamente a cualquiera interesado en el tema de las aventuras gráficas. Pero no lo recomiendo en lo absoluto como un ejemplo de un MMO, de un buen diseño técnico, y en general como un juego bien diseñado.