Quizás
Los cazadores de cocodrilos utilizaban una linterna para cazarlos de noche. Suena peligroso cazar cocodrilos de noche, pero resulta que estos anfibios se quedan hipnotizados con la luz. No huyen, no atacan, no se defienden. Se quedan anonadados contemplando la luz (algunos peces hacen lo mismo, de ahí proviene el chiste en Buscando a Nemo). Este video de Fallout es como una linterna para mí. Desde la primera vez que lo vi me quedé estático, paralizado en el terror, en el horror inexplicable dentro de la ironía y el sarcasmo de esta historia apocalíptica. Y es que la guerra, cualquier guerra, es más que horror, ironía y sarcasmo: es hipocresía. Y la hipocresía tiene una cualidad interesante: las mentiras parecen verdades, y todo parece obedecer a buenas intenciones. Es presentar algo malvado como algo bueno. Y lo bueno como malo. Es como el refrán, la traición es cuestión de tiempo. Igualmente, la guerra es cuestión de perspectiva. ¿No se comportaron los soldados norteamericanos en Irak como los nazis cuando invadieron Polonia? ¿La tortura, las violaciones pueden ser perdonadas si las hacen nuestros buenos muchachos?
Es con este enigmático pero sutil telón de fondo que nos adentramos en las aventuras de Fallout. Y hay que ver qué tipo de telón de fondo, qué motivaciones tan arraigadas por la sobrevivencia, por la justificación injustificable de un pasado sin sentido.
Este ha sido catalogado como el mejor intro de juego alguno. Yo no sé si lo es, como originalmente vengo de la escena de la Commodore Amiga (Shadow of The Beast (intro) y otros juegos de Psygnosis, particularmente Blood Money y Menace), es difícil para mí estar de acuerdo. Pero lo que si puedo asegurar que desde el punto de vista motivacional, este intro cumple su objetivo de llamarnos la atención completamente.