Sobre nerds
Cuando comenzamos a estudiar literatura o expresión literaria descubrimos rápidamente que lo que caracteriza una buena historia es el desarrollo del personaje principal. O de los personajes. ¿Qué significa eso? Significa que el personaje al terminar la historia o novela es distinto a como comenzó, sufre una metamorfosis, bien sea a través de un proceso de transformación interno o de su entorno. No quiero ser pedante mencionando novelas que probablemente nadie ha leido (la primera que se me ocurre es Gertrudis de Hermann Hesse, donde el personaje se transforma de una forma dramática a través de 200 páginas). Así que mencionaré una película: As good as it get: un escritor obsesivo-compulsivo endiosado en lo más alto del olimpo quien aborrece por igual los convencionalismos y los lugares comunes, se enamora de una mesera, brinda cobijo en su casa a su vecino gay, y sale a comprar pan temprano en la mañana como cualquier mortal. Lo que hace atractiva una historia es el movimiento del personaje, su desarrollo, su evolución. En una palabra: su transformación.
Ya yo no tengo tiempo para ver televisión así que solo veo algunas series ocasionalmente. Dr. House, U.V.E., Two and Half men. Y The Big Bang Theory.
The Big Bang Theory (una teoría descartada por cierto) es una serie sobre 4 nerds y sus desventuras concientes o no para comunicarse con los demás, y en particular con su común y ordinaria vecina Penny. Trabajan en el departamento de fisica y a lo largo de la serie continuamente intercalan en sus conversaciones contenido nerd (referencias a series de culto como Star Trek), fisica cuántica (el gato de Schrödinger) y tecnología de computación. La interpretación que hace el actor Jim Parson del fisico teórico Sheldon Lee Cooper es perfecta hasta los más mínimos detalles. Es un nerd. Con su molesta impertinencia al buscar la exactitud descriptiva en los detalles irrelevantes de cómo, por qué y para qué las cosas son como son (irrelevantes en el contexto, por supuesto). Va más allá de la función subyacente del buho en Harry Potter o los torpedos de la NCC-1701, esos son detalles anecdóticos como cuando alguien menciona que un capacitor electrolítico del motor de una impresora está produciendo un retraso de un 1/11 de pulgada cada 3200 líneas por lo que hay que ajustarla en consecuencia: no, se trata de un interlineado, una malla primordial entre conocimiento y el devenir donde se pierde la separación entre uno y otro, y ambos se alimentan mutuamente, se funden y se convierten en una masa uniforme que crece y lo abarca todo hasta explotar en medio de una conversación: ¿de qué habla?
Este nerdismo puede ser contagioso, por ejemplo en la mencionada serie Penny, la común y ordinaria vecina, avezada en las complejidades de poner un plato de comida sobre la mesa se somete a la dialéctica nerd de la misma forma que un juzgado en Texas: ríndete, cualquier resistencia es fútil. Así la vemos utilizando el símil de levantar los escudos para defenderse de los ataques femenimos de la misma forma que lo hace el Enterprise, o utilizando el mencionado gato de Schrödinger como paradigma de la impredictibilidad de nuestra condición humana. Ni más ni menos. Claro, todo es una ilusión, Penny no es una nerd, no lo es ni lo será, es solo el desvarío mercantilista o utilitarista de Chuck F&$#cking Lorre, interpretando como el genio que es el momento historíco de los nerds luego del desagradable incidente de columbine, las continuas historias de abuso y atropello en contra de los nerds por su frágil condición física, y a pesar de su descomunal fortaleza intelectual, descrita magistralmente al extremun por Gates cuando dijo trata amablemente a los nerds, uno de ellos podría ser tu jefe cuando te gradúes. Incluyendo, por qué no, Penny: la transformación del personaje en una hitoria lo puede todo…
Volviendo a los nerds, el aislamiento producido por un lenguaje arcano y casi elitesco produce una reducción o un nivelamiento en el número de relaciones interpersonales de los nerds en cualquiera que sea el ámbito donde se desenvuelven (el liceo, la universidad, la oficina) y como en este siglo XXI “ser popular” es un valor así como en la edad media “ser pobre” lo era y ser popular es directamente proporcional al número de relaciones que tenemos, pues, simplemente, los nerds están en una posición complicada. Y es que podemos hacer algo al respecto cuando reconocemos y es importante para nosotros, y “ser popular” para un nerd es un concepto tan extraño y complejo como lo es para cualquier mortal de carne y hueso la determinación del spin negativo del átomo de litio o demostrar que no hay un n donde es cierta la expresión an=bn+cn para n mayor que 2.