Una sola vez en la vida
Lo que la gente no entiende de las oportunidades es el componente “una sola vez en la vida”. Creemos que esto que vivimos estará esperando que nos decidamos. Nada más alejado de la realidad. Cuando visualizamos un nuevo camino que nos conducirá al destino que hemos esperado toda la vida, tiene un letrero en letras de neón, brillante, imposible de no ver, que dice nítidamente, “solo una vez en la vida”, “por pocos minutos”, “aproveche ahora”. Es increíble que, recelosos, dudemos, y desechemos la oportunidad, sin siquiera pensarla. A lo mejor es nuestra última oportunidad de ser felices, y la olvidamos sin más, como si fuera propaganda barata. No lo es. Las oportunidades siempre lucen como propaganda barata. Parecen el aviso publicitario de un circo. Generalmente no lo son, están confundidas, camuflageadas buscando de escabullirse subrepticiamente y huir de tu felicidad. Y ahí está el truco. Saber pescar esos tímidos y huidizos relámpagos vitales. Indescifrables. Indetectables. Pero que pueden transformar nuestra vida.